Antes era simple: las mujeres necesitan una mamografía anual para detectar el cáncer de mama a partir de los 40 años.
Sin embargo, las directrices han cambiado, lo que ha dejado a muchas mujeres confundidas en cuanto al momento y la frecuencia de una mamografía; e incluso a qué edad deben dejar de hacerlas.
En la primavera del 2015, el Preventive Services Task Force (Equipo de trabajo de servicios preventivos de EE.UU.) actualizó su recomendación del 2009, reiterando que las mujeres deberían esperar hasta los 50 años para empezar las mamografías con regularidad, y que solo las necesitaban cada dos años —no todos los años—.
El panel también señaló que las mujeres entre 60 y 69 años «tienen la mayor probabilidad de evitar una muerte por cáncer de mama a través de la mamografía», pero que no había suficiente investigación para recomendar una mamografía después de los 75 años.
El anuncio provocó un acalorado debate que se reactivó de nuevo seis meses más tarde, cuando la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer anunció un cambio importante en sus directrices de larga data para las mamografías: el grupo recomienda ahora que las mujeres esperen hasta los 45 años para iniciar las mamografías anuales; después de los 55 años, las mujeres pueden pasar a una frecuencia de cada dos años; un cambio sorprendente teniendo en cuenta que los datos del Gobierno muestran que el riesgo de que una mujer sea diagnosticada con cáncer de mama aumenta entre los 50 y 70 años.
Esto, por supuesto, no aplicaría a mujeres en alto riesgo debido a un cáncer previo o a antecedentes familiares de cáncer de mama. Esas mujeres, según el consejo de su médico, podrían necesitar el examen con más frecuencia.
Los críticos señalaron que el cambio de la sociedad del cáncer se basó en la recomendación de un panel que «no incluyó ni un solo cirujano, radiólogo u oncólogo médico que se especializa en el cuidado y tratamiento del cáncer de mama. Ni uno solo», afirmó una columna de opinión en el New York Times, escrita por tres expertos en cáncer de mama que criticaron los cambios.
Irónicamente, el anuncio de la sociedad del cáncer se hizo en octubre, el mes de la concientización sobre el cáncer de mama, cuando por lo general se insta a las mujeres a que hagan más para prevenir la enfermedad que causa la muerte de más de 40,000 al año.
El Dr. Kevin Oeffinger, presidente del panel de directrices para el cáncer de mama, dijo en un comunicado que la decisión de recomendar el examen cada dos años para mujeres posmenopáusicas se «basó en el hecho de que los tipos posmenopáusicos de cáncer de mama tienden a desarrollarse más lentamente». Sin embargo, las mujeres todavía pueden optar por hacerse la mamografía anual a los 55 años, agregó.
Las nuevas directrices tampoco se ajustan a las emitidas anteriormente por otros tres grupos médicos importantes, lo que enturbia aún más la pregunta de cuándo se debe realizar una mamografía
Hasta ahora, la Sociedad Americana Contra el Cáncer lo había simplificado: a partir de los 40 años, las mujeres deben hacerse una mamografía una vez al año, así como el examen regular de mama por parte de su médico (o un autoexamen) en busca de masas.
Las nuevas directrices son sustancialmente diferentes:
- Mujeres entre 45 y 54 años en riesgo promedio: una mamografía cada año.
- Mujeres de 55 años y mayores: una mamografía cada dos años.
- Un examen físico de mamas para buscar masas: no se recomienda.
Y esta es la comparación con otras organizaciones:
- American College of Radiology: a partir de los 40 años, una mamografía cada año.
- American College of Gynecology and Obstetrics: entre los 40 y 49 años, una mamografía cada año o cada dos años; a los 50 años o más, una mamografía cada año.
- U.S. Preventive Services Task Force: a los 50 años, una mamografía cada dos años hasta cumplir 75 años.
No es de extrañar que las mujeres estén confundidas. Incluso los grupos que se supone que ayudan a decidir, no pueden decidir. De hecho, más de la mitad de las mujeres mayores de 40 años —y el 65% de las mayores de 50 años— todavía piensan que deben hacerse una mamografía cada año, según los hallazgos de una encuesta de salud de NPR.
Parte de la razón de las diferentes directrices es el debate sobre si los beneficios de las mamografías para detectar el cáncer temprano superan el riesgo de posibles resultados falsos positivos que podrían conducir a «angustia y ansiedad» provocadas por biopsias innecesarias o exámenes adicionales; un argumento que un editorial del Washington Post denominó «tanto condescendiente como poco científico».
«Las múltiples directrices actuales son confusas, incluso para los proveedores de servicios médicos», afirmó la especialista en cirugía mamaria Magdalena Lombardi Plasilova, directora del Breast Center de Brookdale Hospital y Medical Center en Brooklyn. También señaló que muchas de estas directrices no toman en cuenta las diferencias en el riesgo entre los distintos grupos raciales y étnicos.
«Por ejemplo, las pacientes afroamericanas son diagnosticadas más tarde, con tumores más avanzados, y no conocemos los factores biológicos que contribuyen a ello», afirmó en una entrevista, y añadió: la mayoría de mis pacientes no saben si tienen riesgo medio o alto. Solo quieren saber cuándo deben comenzar a hacerse la mamografía».
Por su parte, «Seguiré la recomendación de los 40 años, por ahora. Me gustaría esperar más evidencia de que los 45 años es realmente una mejor edad».
Daniel Kopans, profesor de radiología de la Facultad de Medicina de Harvard y radiólogo del Massachusetts General Hospital, está de acuerdo con que es un mejor estándar empezar a hacerse el examen a los 40 años que entre los 45 y 50 años.
«La evidencia científica demuestra que el mayor número de vidas se salvan por la mamografía anual a partir de los 40 años», declaró al Post que incluye un estudio del 2013 de Harvard que encontró que la mitad de las mujeres que fallecieron por cáncer de mama fueron diagnosticadas entre los 40 y 49 años. Cerca del 70% no se hacían la mamografía.
«Más de 30,000 mujeres entre los 40 y 49 años son diagnosticadas con cáncer de mama en EE.UU. cada año. ¿Por qué alentar a las mujeres a retrasar la mamografía hasta los 50 años y darle al cáncer años para que crezca y se propague? Eso no tiene sentido», afirmó.