La decoración navideña se reinventa según pasan los años. Hace unos años los salones amanecían en diciembre con un abeto y un belén más o menos extenso. Como mucho, los que vivían están fechas señaladas saturados de espíritu de Navidad ponían una corona en la puerta de casa. Pero eso ha cambiado enormemente en los últimos años: ahora se llena de renos, bolas rojas y copos de nieve hasta el lavabo del baño.
España se está contagiando de un ambiente que es más típico de los países del centro de Europa, los que tradicionalmente más viven la Navidad porque el tiempo acompaña. Porque no hay nada más navideño que levantarse y ver desde la ventana cómo las calles están cubierta de un manto blanco helado.
Por eso, las tiendas de hogar, de muebles y de decoración empiezan ya en octubre a desempolvar los adornos navideños. Hay gente a la que le gusta innovar año a año y nunca repite los mismos tonos que predominan en el hogar en diciembre y principios de enero.
De lo que no hay nada es de que por mucho espumillón y muchas luces que se pongan en casa lo principal siempre será el abeto. Y con él las posibilidades son infinitas. Por eso, aunque el rojo siempre está presente, aquí dejamos una serie de propuestas para conseguir un árbol de Navidad original.
Un árbol decorado en tonos dorados. SHUTTERSTOCK
Nadie niega que el dorado es un clásico navideño, pero es raro ver una decoración que se base exclusivamente en ese color. Y si bien es cierto que puede quedar un poco recargado, jugar con los espacios es la clave. ¿Por qué no concentrar todos los dorados exclusivamente en el abeto? De esa manera destacará por encima del resto y brillará con luz propia.
Un árbol nevado
Un árbol de Navidad con nieve artificial. SHUTTERSTOCK
Cada vez es más habitual encontrar abetos decorados con nieve artificial. Y el efecto es muy bonito gracias al contraste con la calidez de la estancia en la que esté ubicado. Por eso, si tienes la suerte de tener una chimenea, ni te lo pienses: esta es tu opción.
Tonos fríos, ¿por qué no?
Un árbol decorado en tonos azules. SHUTTERSTOCK
No es lo más habitual, pero el resultado es precioso. Y muy original. Elegir adornos para el árbol en tonos blancos y azules puede hacer que el salón se traslade directamente a la fría Laponia.