Tengo una amiga muy querida, que además es mi vecina y quién semana con semana me da una bolsa con aguacates. Como desde pequeña como aguacate todos los días, pues no tengo ningún problema en usarlos en mis comidas diarias, sin embargo, cuando tengo muchos más de los que puedo comer, lo que hago es salsa de aguacate.
La salsa de aguacate, que no es lo mismo que guacamole, es muy fácil de hacer y se conserva muy bien en el refrigerador por dos o tres días, o en el congelador por hasta un mes.
Yo se la pongo a los huevos revueltos, quesadillas, tostadas, tortas, omelletes, o cualquier otro antojito mexicano. También sabe deliciosa con pasta o simplemente sobre frijoles.
- 1lb (approx 1/2 kg) tomates verdes, pelados y lavados
- 3 chiles serranos
- 2 tazas de agua
- 1/2 cebolla blanca mediana
- 1 ramo grande de cilantro
- 2 aguacates
- 1 cucharadita de sal
Pica los tomates verdes en cuartos, y pica los chiles serranos por mitad transversalmente. Pon los tomates, chiles serranos y agua en una olla y coce a fuego alto de 5-8 minutos, o hasta que estén bien cocidos. Sabrás que están cocidos cuando cambien del color verde fuerte a color verde militar. Apaga el fuego y deja reposar por 10 minutos.
En una licuadora o procesador de alimentos, vierte los tomates y chiles (sin el agua, pero no te deshagas de ella), cebolla, cilantro, aguacates pelados y sin semillas y la sal y mezcla hasta que todo se integre perfectamente. Si notas que la salsa está muy espesa, agrega un poco del agua donde se cocieron los tomates y chiles hasta lograr la consistencia deseada. Prueba de sal, a veces necesita un poco
Vacía a una salsera y refrigera hasta que esté bien fría. ¡Eso es todo!
¡Buen provecho!