Agregar más proteínas vegetales a la dieta puede ayudarte a vivir más tiempo. Así lo indica una revisión publicada en julio de 2020 en BMJ, que sostiene que, cada aumento del 3% en el consumo diario de proteínas vegetales, se asoció con un riesgo de un 5% menor de muerte prematura por todas las causas.
Los investigadores examinaron los datos agrupados de 32 estudios publicados anteriormente, en los que participaron 715.128 participantes. Durante los periodos de seguimiento, que duraron desde los 3 años y medio hasta los 32, 113.039 personas murieron, incluidas 16.429 muertes por enfermedad cardiovascular y 22.303 por cáncer.
En general, las personas que consumieron la mayor cantidad de proteína total tenían un 6% menos de probabilidades de morir prematuramente que las personas con la menor cantidad de proteína en sus dietas, pero cuando los investigadores analizaron diferentes fuentes de proteína por separado, encontraron que solo la proteína vegetal, no la animal, estaba vinculada con una vida más larga.
Además, las personas que consumieron una mayor cantidad de proteína vegetal, también tenían un riesgo de un 12% menor de muerte prematura por enfermedad cardiovascular.
En este sentido, el principal autor del estudio, Ahmad Esmaillzadeh, aseguró que las personas deben consumir fuentes de proteínas saludables como legumbres, nueces o granos en lugar de carnes rojas y procesadas. “Este comportamiento puede ayudar a reducir el riesgo de varias enfermedades y muerte prematura”, añadió.
No obstante, una limitación del estudio es que la mayoría de los participantes proporcionaron detalles sobre sus dietas solo en un punto temporal, y es posible que sus hábitos alimenticios cambiasen con el tiempo. Otro inconveniente es que los datos de la dieta se recopilaron, principalmente, mediante diarios de alimentos o cuestionarios, que dependen de que los participantes recuerden e informen con precisión de lo que comieron.
Además, algunos estudios en el análisis no tuvieron en cuenta otros factores que pueden afectar la longevidad, como el índice de masa corporal (IMC), el tabaquismo, el consumo de alcohol, los hábitos de ejercicio y el consumo total de calorías. Por eso, es imposible saber a partir de esta investigación si la proteína vegetal sola fue responsable de una mayor longevidad. Otros estudios, de hecho, relacionan las dietas basadas en plantas con una vida más larga.
Es más, investigaciones previas sugieren que la proteína vegetal juega un papel en la extensión de la vida. Por ejemplo, un estudio publicado en agosto de 2017, en The Lancet, siguió a 135.335 personas durante una media de 7,5 años y descubrió que comer al menos tres porciones diarias de frutas, verduras y legumbres se asociaba con un riesgo de hasta un 22 % menor de muerte prematura por todas las causas y hasta un 42% menos por enfermedad cardiovascular.
La carne roja y procesada, por el contrario, parece tener el efecto contrario en la longevidad, sugieren estudios previos. Por ejemplo, un estudio publicado en junio de 2019, en BMJ, siguió a 53.553 mujeres y 27.916 hombres sin enfermedad cardiovascular o cáncer durante ocho años.
Las personas que aumentaron su consumo total de carne en ½ porción al día tenían un 10% más de probabilidades de morir por todas las causas durante el período de estudio, y la carne roja en particular se asoció con un 13% más de riesgo de muerte durante ese período.