En estos momentos en los que todos estamos en casa lavando nuestros platos, literalmente, se ha dado a conocer que muchas personas no saben lavar la licuadora o que, al parecer, lo han estado haciendo mal todo este tiempo.
¿Hay una manera correcta para limpiar el vaso de la licuadora? Quizá no existen una sola forma de lavar este electrodoméstico, pues todos hemos desarrollado diferentes técnicas (ya sea durante la cuarentena o en la vida), pero lo que sí tenemos para ti, son tres pasos sencillos para mantenerla en óptimas condiciones.
1. Enjuágala con agua inmediatamente después de usarla
Este primer paso es básico para evitar que la licuadora guarde olores y es el más sencillo, pero puede pasar desapercibido en la premura de los tiempos si estás cocinando.
Aunque no es necesario que la laves con jabón, puedes limpiar el vaso de la licuadora echando un par de tazas de agua, unas gotas de jabón en la jarra, y luego ponerla a trabajar durante unos 30 segundos. Retira el agua jabonosa y enjuaga con agua y listo. Lo importante es asegurarte de quitarle cualquier rastro de la preparación que hayas hecho y si puedes, usar agua caliente.
2. Desarma el vaso
Aunque pueda parecerte una gran sorpresa, el vaso de la licuadora se puede desarmar y así evitas jugar a la ruleta rusa con tus dedos al lavarlo con las aspas puestas.
Lava cada parte por separado y con cuidado. Desenrosca el conjunto de la cuchilla y lava a mano con agua tibia y un trapo suave o una esponja los componentes. Luego seca con un paño suave.
Asegúrate de que la licuadora está realmente seca y vuelve a ensamblarla. Por fortuna, no tienes que hacer esto cada vez que usas la licuadora, pero para mantenerla en buen estado, es recomendable hacerlo al menos una vez al mes.Sigue estos consejos para limpiar a profundidad tus platos.
3. Arregla las fugas
Si tu pobre licuadora gotea o notas que sale líquido alrededor del fondo del vaso, lo más probable es que haya un pequeño espacio entre la base de la unidad de la licuadora y la jarra. Para arreglarlo, sólo tienes que asegurarte de que el empaque de plástico esté firmemente en su lugar y que no esté desgastado o agrietado.
Con estos tres consejos, tu licuadora llevará una mejor vida, pero no olvides revisarla periódicamente y, de ser necesario, llevarla a servicio con el proveedor.