Para limpiar pulseras de plata debemos tener cuidado y prestar atención.
Si queremos mantener el aspecto original de nuestras pulseras, no vale cualquier producto. En algunas ocasiones, se ofertan líquidos que debido a su carácter abrasivo pueden causar desperfectos en nuestras piezas. Por esta razón, lo mejor es no utilizar productos que puedan dañar la pieza y seguir estos consejos.
Consejos para limpiar una pulsera de plata
Como hemos comentado anteriormente, las soluciones químicas pueden dañar nuestros objetos de plata. Por esta razón, os traemos una solución económica, fácil y rápida de preparar y que no daña las piezas de plata. Presta atención y consigue que tus objetos de plata brillen como el primer día.
Limpiar la plata se convierte en una tarea imprescindible para su mantenimiento. Solo de esta manera, conseguiremos lucir nuestras piezas de plata como el primer día: brillantes y relucientes. Para ello, lo mejor es recurrir a los remedios tradicionales con ingredientes naturales que tantos beneficios han aportado a lo largo de los años. De esta forma, además de conseguir un ahorro económico, estaremos utilizando productos que no dañarán la pieza ni nuestra salud.
Limpiar pulsera de plata con bicarbonato
Con estos condicionantes, una de las mejores opciones para limpiar pulsera de plata es el bicarbonato. Para ello, necesitaremos una cucharada de bicarbonato, un poco de agua, un cepillo de dientes suave y una servilleta de papel o un trapo.
Una vez contamos con todos los elementos necesario, nos disponemos a comenzar con la limpieza. Para ello, en primer lugar, calentamos el agua. Al mismo tiempo, colocamos la cucharada de bicarbonato en un recipiente. Una vez comienza a hervir el agua, extraemos una cantidad pequeña para mezclar con el bicarbonato incorporado en el recipiente. Removemos esta mezcla hasta conseguir una textura similar a una pasta. En este caso, podemos añadir bicarbonato o agua hasta conseguir la textura deseada.
Antes de comenzar a aplicar la mezcla, debemos limpiar bien nuestras joyas de plata. Para ello, utilizamos solamente agua y jabón. Sin embargo, no debemos aplicar ninguna fuerza sobre ello o realizar movimientos que puedan dañar la pieza. La limpieza se hará de forma sutil y con cuidado. Posteriormente, secamos bien las piezas con un trapo o una servilleta de papel. Para ello seguimos el mismo consejo aplicado en la limpieza y no realizamos movimientos que puedan causar algún arañazo sobre las piezas.
Una vez tenemos la pasta lista y las piezas limpias, podemos empezar a aplicarla sobre nuestras pulseras de plata. Para ello, lo mejor es conseguir un cepillo de dientes de cerdas suaves. En este caso, es preferible un cepillo infantil ya que nos ayudará a llegar mejor hasta los lugares más difíciles. Aplicamos la pasta de bicarbonato alrededor de toda la pieza. La fuerza aplicada en este proceso debe ser mínima. El procedimiento no consiste en que nosotros eliminemos la suciedad sino en dejar actuar al bicarbonato. Una vez aplicada la mezcla en todas las piezas, retiramos los restos de bicarbonato enjuagando las piezas con agua. Por último, secamos todas las piezas con un trapo o una servilleta de papel. Para conseguir que se sequen por completo podemos dejarlas boca abajo y que el agua salga de su superficie por completo.