Un producto muy económico que puede servirnos para lucir un cutis radiante y saludable en cuestión de minutos es el bicarbonato de sodio. Sus propiedades exfoliantes, lo han situado en una posición privilegiada dentro del increíble mundo de la cosmética natural, y es que permite eliminar por completo todas aquellas células muertas que, a medida que pasa el tiempo, le restan luminosidad y belleza al rostro. Sigue leyendo este artículo de unComo si quieres saber cómo limpiar la cara con bicarbonato paso a paso y conocer qué efectos tendrá este producto en tu piel.
Pasos a seguir:
1 El bicarbonato de sodio se ha introducido de lleno en ámbito de la cosmética y belleza, y es uno de los productos seguros a los que podemos acudir para mejorar el estado de nuestra piel y darle a esta un aspecto más saludable, radiante y fresco. A continuación, te mostramos en qué puede beneficiar el bicarbonato a tu piel y los resultados que obtendrás tras su aplicación:
- Destaca, especialmente, por su acción exfoliante, pues su grano y composición es perfecta para quitar todas las células muertas de la piel del rostro, que si no se eliminar acaban opacando su belleza. El resultado es una piel libre de impurezas, más limpia y suave al tacto.
- Es alcalino, por lo que es un excelente producto para eliminar el exceso de grasa de la piel, regular la producción de las glándulas sebáceas y dejar el rostro sin rastro de suciedad. Por todo ello, es muy recomendado para el cuidado de las pieles grasas y mixtas.
- Quienes sufren de acné también pueden beneficiarse del uso del bicarbonato, pues ayuda a secar los granitos, a mantener la piel limpia, a prevenir posibles infecciones y a evitar la formación de nuevas impurezas.
- Favorece la desobstrucción de los poros, siendo así un estupendo remedio casero para los puntos negros y las espinillas.
- Además, tiene un efecto blanqueador natural y, por ello, se puede utilizar para unificar el tono de la piel o conseguir aclarar aquellas zonas que con el paso del tiempo han adquirido un tono oscurecido poco favorecedor.
La limpieza facial es una tarea estética que debe llevarse a cabo todos los días, haciendo uso de un gel adecuado, un buen tónico y la posterior aplicación de una crema hidratante. Pero, para mantener la piel en perfectas condiciones, es favorable que una vez a la semana, nos realicemos una limpieza de cutis más profunda con algún producto natural que sea efectivo y nos ayude a mejorar el aspecto de la piel del rostro. Es aquí donde entra en juego el bicarbonato de sodio, el cual te proporcionará increíbles resultados si lo utilizas siguiendo el tratamiento que aquí te indicamos:
Ingredientes:
- 1 cucharada de bicarbonato de sodio
- 1 cucharada de agua
- gotas de un aceite natural. En este caso, te aconsejamos que elijas alguno de los aceites que mostramos en el artículo Los mejores aceites para la piel, según cual sean las necesidades de esta última.
Para empezar la preparación, tan solo tienes que verte el bicarbonato de sodio en un recipiente, añadir el agua y remover hasta obtener una pasta homogénea. Seguidamente, agrega las gotas del aceite seleccionado y vuelve a mezclar. En el caso de que veas que la preparación ha quedado demasiado líquida, añade un poco más de bicarbonato y ¡listo!
3 Una vez tienes preparada esta especie de mascarilla, lleva a cabo los siguientes pasos para limpiar la cara con bicarbonato correctamente y poder notar los efectos de sus propiedades en tu cutis:
- Lava la cara con un gel facial adecuado a tu tipo de piel y aclara con abundante agua tibia o fría. Evita el agua caliente, ya que reseca la dermis en exceso.
- Coge una cantidad generosa de la mascarilla de bicarbonato obtenida con los dedos y empieza a aplicarla por la barbilla, con movimientos circulares, y ve ascendiendo por las mejillas y la nariz hasta llegar a la frente. Evita aplicarlo en el contorno de ojos.
- Da masajes circulares para que el bicarbonato penetre bien en el rostro. Estos deben ser suaves, ya que únicamente tienes que eliminar la capa de piel muerta, sin dañar la nueva que hay debajo.
- Tras 2 o 3 minutos realizando los masajes circulares, enjuaga el rostro con abundante agua tibia o fría hasta que hayas eliminado todos los restos de la mascarilla.
- Para conseguir que los poros se cierren, aplica un tónico facial por todo el rostro de manera uniforme.
- Y, para finalizar, únicamente tendrás que extenderte tu crema hidratante habitual, así la piel se recuperará favorablemente de la limpieza y quedará protegida para hacer frente a las agresiones externas.