¡Helados caseros y saludables para todos! Te invitamos a hacer tus helados, algo tan sencillo que te asombrará: sólo necesitas algunos productos para hacer helados, como moldes de helado o una sorbetera para congelar tus zumos de frutas y verduras o leches vegetales. O si quieres hacer helados más cremosos, una batidora de vaso o una heladora. En cualquier caso, hacer helados en casa es realmente gratificante y ¡conviertes una golosina en un alimento!
Los helados que compramos ya elaborados no son alimentos, sino productos industriales repletos de ingredientes perjudiciales para la salud. Te invitamos a conocer las diferencias entre los helados saludables y helados industriales.
Ingredientes saludables para tus helados caseros
Un helado puede ser sencillamente, una base congelada. Pero si quieres que tenga «más gracia», puedes añadirle «tropezones». Y para rizar el rizo ¡hazle una cobertura!:
Base
La base de nuestros helados caseros puede ser:
- Zumo de frutas, o de frutas con verduras.
- Batido de frutas o de frutas con verduras.
- Leche o leche vegetal, también leche de coco.
- Infusión: ¡tu infusión favorita puede convertirse en tu helado o granizado favorito!
- Cremosidad: si quieres que tu helado sea cremoso, entonces hay que añadir grasa. Bien sea nata, cremas lácteas o cremas vegetales, yogur e incluso quesos tiernos. Y muy rico: con leche de coco y con un poco de aceite de coco.
- Añadir saborizantes: si hacemos una leche vegetal podemos darle sabor con cacao, algarroba, canela, cardamomo, café instantáneo, cúrcuma latte… O podemos añadir menta, albahaca o cualquier hierba fresca de nuestro agrado al zumo.
- Añadir endulzantes: el helado agradece siempre un punto de edulcorantes, ya que el frío disminuye la intensidad de los sabores. A no ser que estemos haciendo helado de un zumo sólo de frutas, que suelen ser bastante dulces, en los demás casos se suele usar el endulzante de elección de cada uno.
Ingredientes extras
Son los ingredientes opcionales que podemos incorporar a la base, para que se integren y así encontrar «tropezones» mientras nos comemos el helado:
- Trocitos o perlas de chocolate.
- Trocitos de frutas frescas.
- Frutas deshidratadas.
- Frutos secos.
Coberturas
- Baño de chocolate, blanco o negro: se solidifica al contacto con el frío del helado ya hecho.
- Forrar con frutos secos picados, coco rallado, galletas molidas.
- Baño con salsa de frutas: se solidifica al contacto con el frío del helado ya hecho.
Cómo hacer helados caseros
Ya tenemos una idea de las infinitas combinaciones que podemos hacer entre bases, tropezones y coberturas. Ahora vamos a ver en qué podemos convertir esos ingredientes:
- Polos: para ello necesitamos un recipiente en el que congelarlos, al que podamos poner un palo. Nuestra elección son los moldes de silicona: material perfecto por su total ausencia de toxicidad y muy fácil de desmoldar. Por ejemplo, frigopie, polos de frambuesa y polos bronceadores.
- Granizados y sorbetes: los granizados y sorbetes se diferencian de los helados en su contenido en grasa. Los helados son cremosos e incluyen algún ingrediente graso de los que antes decíamos que aportan cremosidad. Los sorbetes y granizados no tienen esa cremosidad, son más ligeros y frescos. Los granizados y sorbetes los podemos hacer con batidora, con sorbetera o con vasos especiales para hacer granizados, que aportan frío a nuestro zumo, leche vegetal, infusión.
- Helados: los helados cremosos se pueden hacer en congelador, con la técnica de ir sacando el helado varias veces y remover para ir rompiendo los cristales de hielo o bien con una heladora, que pasa todo el tiempo de hacer el helado (unos 30 minutos) removiendo. Con la heladora también podemos hacer sorbetes.