Tener las uñas limpias y sanas es imprescindible para mantener una buena higiene y un mejor aspecto. Sin embargo, las uñas también pueden dañarse fácilmente, ya sea por una mala manicura o simplemente por el desgaste diario. Practicando algunos hábitos sencillos, podrás asegurarte de tener uñas fuertes y bien mantenidas sin importar cuánto uses las manos en otras
- Corta las uñas en línea recta. Esto te ayudará a evitar las uñas encarnadas. También, trata de cortarlas justo después de ducharte para que las uñas estén más suaves. Si deseas ablandar las esquinas o bordes de las uñas, utiliza una lima o esmeril para uñas.
- Límate las uñas en una dirección uniforme para evitar que se debiliten. El limado de un lado al otro en exceso puede dañarte severamente las uñas con el tiempo.
- Desinfecta mensualmente las herramientas para el cuidado de las uñas con alcohol isopropílico al 70 % o más fuerte.
- Para mantener la flexibilidad de las uñas y evitar que se partan, hidrátalas después de cortarlas.
- Evita los esmaltes de uñas muy fuertes. Los que contienen ingredientes como la formalina y el ftalato de dibutilo debilitan las uñas. Además, el uso recurrente de pigmentos intensos puede hacer que las uñas se vuelvan amarillentas o se debiliten.
- Si te gustan los colores intensos, trata de elegir algo «completamente natural» cada cierto tiempo para darle un descanso a las uñas.
- Usa un removedor de esmalte de uñas suave, una capa base y una capa de acabado. Los removedores de esmalte de uñas sin acetona son suaves y evitan que las uñas se sequen. Las capas base ayudan a evitar que las uñas se manchen al momento de pintarlas. Las capas de acabado disminuyen la probabilidad de que el esmalte se pele y disminuyen la frecuencia con la que debes removerlo.
- Hidrata la uñas con aceite para mantenerlas flexibles y fuertes. Al igual que otras áreas del cuerpo, las uñas pueden beneficiarse de la hidratación. Antes de ir a dormir, aplícate aceite de almendras o de aguacate en las uñas y cutículas para evitar que se resequen, se vuelvan quebradizas o se descascaren.
- Usa un bálsamo labial si no tienes aceite de almendras o de aguacate.
- Los hidratantes para cutículas también están disponibles en las farmacias y las tiendas de belleza.
- Agrega proteínas y ácidos grasos omega 3 a tu dieta. Puedes producir mejor la queratina, la proteína que compone las uñas, si consumes más alimentos como pescado, nueces y frijoles. También puedes tomar suplementos diarios como biotina y aceite de pescado, que se pueden encontrar en un supermercado local o una tienda de alimentos naturales.
- La vitamina B también puede fortalecer las uñas, el zinc puede ayudar a eliminar las manchas blancas y el hierro a detener la formación de estrías en las uñas.
- Las vitaminas A y C pueden ayudar a que las uñas estén más hidratadas y brillantes.
- La cantidad diaria recomendada de proteínas es de 0,8 g (0,0018 libras) por cada kilogramo (2,2 libras) de peso corporal.
- No hay dosis diaria recomendada para los ácidos grasos omega 3.
Método2
Evita comportamientos dañinos
- Evita mantener las uñas en un ambiente húmedo o sucio. Condiciones como esa provocan el crecimiento de bacterias debajo de las uñas, que pueden ser difíciles de eliminar. Además, el contacto prolongado y repetido con la humedad puede aumentar su probabilidad de tener las uñas partidas.
- Si lavas los platos o el jardín con frecuencia o limpias con productos químicos fuertes, trata de usar guantes de goma o de plástico que puedan protegerte la piel y las uñas de un estrés excesivo.
- Toma medidas para detenerte si te comes las uñas. Aunque este puede ser un hábito difícil de romper, es importante porque la boca tiene gérmenes y bacterias que pueden entrar fácilmente en el cuerpo a través de las abrasiones creadas por los dientes.
- Prueba el protegerte las uñas pintando una capa de gel transparente sobre ellas, lo que puede ser más difícil de morder.
- También puedes probar con un esmalte de uñas que sepa amargo, para que el sabor desagradable te desanime a comerte las uñas.
- Evita cortar y pellizcarte las cutículas. Aunque no siempre sean estéticamente agradables, las cutículas protegen la base de las uñas. Cada vez que te cortes las cutículas, correrás el riesgo de tener que hacer pequeños cortes que permitan la entrada de contaminantes como bacterias y hongos en el cuerpo. Estos, a su vez, pueden causarte una infección.
- Si necesitas hacer que las uñas se vean más alargadas, empuja cuidadosamente las cutículas con el borde plano de un palito de naranjo.
- Es un mito que las cutículas te crecerán más rápido si te detienes luego de cortártelas regularmente.
- 4Ten cuidado al hacerte la manicura y pedicura. Pídele al manicurista que te deje las cutículas intactas y que se asegure de que las herramientas de trabajo estén esterilizadas. También debes verificar que los baños de pies sean desinfectados con una solución de lejía entre cada cita, para prevenir la transmisión de enfermedades de los pies.
- Las manicuras acrílicas y de gel pueden ser muy duras para las uñas y la luz ultravioleta que se utiliza para fijar las manicuras de gel puede dañar la piel e incluso aumentar el riesgo de cáncer.
- Si te haces una manicura en gel, no te la peles, porque eso también te arrancará las capas de la uña.
- 5Consulta a un médico si las uñas te causan dolor de forma regular. Si las uñas están sanas no tendrán manchas ni decoloración, tendrán el mismo color y flexibilidad en todas partes y carecerán de cráteres o depresiones. Las cutículas deben estar presentes y la base de la uña debe ser de color rosado blanquecino. Cosas como dolor, hinchazón o sangre en el área de la uña son motivos de preocupación.
- También debes ver al médico si las uñas dejan de crecer o empiezan a curvarse.
- Sin embargo, las estrías verticales que se extienden a lo