En la actualidad, una de las causas que producen el deterioro de la rodilla es la artrosis, también conocida como osteoartrosis u osteoartritis, una enfermedad articular degenerativa que deteriora progresivamente el cartílago.
Esta enfermedad se puede presentar de manera local o generalizada y solo puede ser tratada para estabilizarla, pues en la actualidad no existe una cura definitiva.
Mayormente afecta a las mujeres de entre 40 y los 50 años de edad, sin embargo, con la vejez casi todas las personas a partir de los 70 años de edad llegan a desarrollarla en algún grado.
En el caso de la artrosis de rodilla, generalmente se presenta en las personas mayores y en personas más jóvenes que han sufrido lesiones en la rodilla.
Origen de la Artrosis
La causa u origen de la artrosis aún no está bien definido, pero se asocia a factores genéticos y a diferentes enfermedades, mayormente a las de tipo metabólico o endocrino, que va deteriorando el cartílago.
En estudios realizados a personas que padecían esta enfermedad (hombres y mujeres), los investigadores encontraron que las células que producen estrógeno y colágeno estaban desactivadas o funcionaban por debajo de lo normal.
Síntomas de la Artrosis
Al inicio de la afección se produce inflamación de la matriz cartilaginosa, debido a que la articulación pierde su capacidad de retención de agua y colágeno, lo que conlleva a la pérdida de elasticidad, la cual es necesaria para realizar movimientos y resistir impactos.
Posteriormente, se presenta una progresiva desestructuración de las capas del cartílago, generando la aparición de fisuras y, por último, se encuentran áreas en la que se ha perdido el tejido por lo que se muestra directamente el hueso subcondral en el espacio sinovial.
En el proceso se produce dolor en la articulación durante y después del movimiento, la articulación se vuelve más sensible al recibir presión y se inflaman los tejidos blandos que se encuentran alrededor de la articulación.
También se va perdiendo la flexibilidad y pueden escucharse sonidos de crujidos o traqueo de la articulación al realizar algún movimiento, además de la limitación del movimiento.
Tratamiento
Los dolores por la artrosis en la rodilla son tan fuertes que impiden el desempeño de cualquier actividad, lo que altera el estado de ánimo, provocando que desmejore la calidad de vida.
Cuando asistes al especialista, te examina y te indica una serie de exámenes para poder hacer un diagnóstico y darte el tratamiento que corresponde.
Para esta enfermedad se indica fisioterapia o terapia con frío y calor, según sea el caso. Al mismo tiempo, se recetan algunos fármacos para tratar el dolor, la inflamación y para mantener la flexibilidad articular, con la intención de mejorar la función articular y estabilizar la enfermedad.
Los fármacos empleados son analgésicos como el paracetamol, que es efectivo para aliviar el dolor, tanto leve como moderado, así como antiinflamatorios no esteroideos en gel para masajear la zona afectada y relajantes musculares para bajar la tensión en los músculos.
También suelen tratar con inyecciones de esteroides, con las que buscan reducir el dolor y la inflamación. Otro recurso es la infiltración con corticoides y como última opción acude a la cirugía para el reemplazo de la rodilla.
Cirugía para prótesis de rodilla
Te preguntarás ‘¿Cuándo es adecuada una prótesis de rodilla?‘y la respuesta es, cuando el dolor se hace intratable y la función articular presenta limitación. Es en ese momento cuando la articulación de la rodilla debe ser sustituida por una prótesis articular.
Para entonces ya se habría agotado tanto la atención con los tratamientos convencionales, como la utilización de procedimientos para la rehabilitación.
El especialista en cirugía ortopédica y traumatología es quien analiza si es necesario que se realice una cirugía para colocar una prótesis.
Para tomar la decisión, el médico tiene en cuenta la valoración del grado de deterioro de la articulación y el resultado del tratamiento. Si el paciente mantiene dolor intenso, hinchazón, rigidez y movilidad reducida, entonces acude a la cirugía.
La intervención para el reemplazo de rodilla por la artroplastia o prótesis es una operación de rutina mayor. En ella se retira el cartílago dañado y el hueso subcondral y, en su lugar, se coloca la articulación artificial, a partir de ese momento estarás empezando una nueva vida.
Edad adecuada para poner una prótesis
Las prótesis de rodilla se pueden implantar en personas de cualquier edad adulta, generalmente este tipo de intervención quirúrgica se ejecuta en personas con una edad comprendida entre los 60 y los 80 años.
Por los riesgos que se corren en una cirugía, se toma en cuenta la edad de la persona y, como se ha observado que los adultos mayores han respondido positivamente a la cirugía y a la recuperación, se ha considerado que la edad no debe ser una limitante para tener este beneficio.
Durabilidad de la prótesis de rodilla
Como el objetivo de la prótesis es restaurar y devolver la función de la rodilla, es diseñada con las diferentes partes que componen la rodilla natural para que le den la funcionalidad como si fueses una «bisagra» y así sea posible la articulación entre el fémur y la tibia.
El tiempo de vida útil de la prótesis es impredecible. Podrías estar con la prótesis sin tener que reemplazarla 8, 15 o 20 años. Lo que sí se conoce es que la intervención quirúrgica por segunda vez, después de 5 años con la prótesis, es muy poco frecuente.
En parte, el tiempo de utilidad depende de cada persona, de la adecuación de las actividades que realice. Por lo general, las personas jóvenes tienen mayor actividad que las adultas mayores y, por lo tanto, son candidatos a pasar por una segunda cirugía.
Por ello es importante el cuidado que le des porque, aunque ellas son diseñadas para que aguanten la carga de tu peso, que dobles y extiendas la pierna muchas veces, es conveniente que mantengas el peso adecuado y evites las actividades que produzcan desgaste de la prótesis.
Tipo de prótesis de rodilla
La prótesis articular de rodilla es una pieza artificial elaborada con gran precisión para que sustituya esta parte del cuerpo y realice la función de la rodilla biológica, o se acerque a su condición, con la finalidad de que vuelvas a tu vida normal.
En el mercado existen diferentes tipos de prótesis para rodilla con sus propias características, buscando adecuarse a cada condición.
Tres de ellas son la prótesis unicompartimental de rodilla, que es adecuada si la persona solo tiene afectado un lado de la articulación; la prótesis total de rodilla, que sustituye completamente la articulación; y la prótesis de rodilla de revisión, la cual se utiliza para cambiar la prótesis que ya se tenía.
La implantación de un tipo de prótesis va a depender de la valoración del médico que te está tratando, ya que es él, por sus conocimientos y experiencia, quien lo escoge.