Diagnóstico
El médico puede diagnosticar la enfermedad por reflujo gastroesofágico a partir de una exploración física y de los signos y los síntomas que tienes.
Para confirmar el diagnóstico de la enfermedad por reflujo gastroesofágico o para ver si hay complicaciones, el médico podría pedirte que te hagas alguna de las siguientes pruebas:
- Endoscopia superior. El médico introduce un tubo delgado y flexible con una luz y una cámara (endoscopio) por la garganta para ver el interior del esófago y del estómago. Los resultados de las pruebas suelen ser normales cuando hay reflujo, pero la endoscopia puede detectar si hay una inflamación en el esófago (esofagitis) o si hay otras complicaciones. También se puede realizar una endoscopia para tomar una muestra de tejido (biopsia) que luego se analizará para ver si hay complicaciones, como el síndrome de Barrett.
- Prueba ambulatoria con sonda para medir la presencia de ácido (pH). Se coloca un dispositivo en el esófago para identificar cuándo y durante cuánto tiempo el ácido estomacal regurgita allí. El dispositivo se conecta a una pequeña computadora que se coloca alrededor de la cintura o que se sujeta con una correa sobre el hombro. El dispositivo puede ser una sonda delgada y flexible (catéter) que se introduce por la nariz y va hasta el esófago, o una pinza que se coloca en el esófago durante la endoscopia y que el organismo elimina con las heces después de unos dos días.
- Manometría esofágica. Esta prueba mide las contracciones musculares rítmicas del esófago al tragar. La manometría esofágica también mide la coordinación y la fuerza que ejercen los músculos del esófago.
- Radiografía del aparato digestivo superior. Para estos rayos X, el paciente debe beber un líquido blanquecino que recubre la mucosa interna del tubo digestivo. El líquido le permite al médico ver la silueta del esófago, del estómago y del intestino delgado. También podrían pedirte que tomes una pastilla de bario. Esto permite determinar si se produjo un estrechamiento del esófago, lo cual puede interferir en la deglución.
Tratamiento
Es probable que el médico recomiende que primero intentes con modificaciones en el estilo de vida y medicamentos de venta libre. Si no sientes alivio dentro de unas semanas, tu médico puede recomendarte medicamentos con receta o cirugía.
Medicamentos de venta libre
Algunas de las opciones son:
- Antiácidos que neutralizan el ácido estomacal. Los antiácidos, como Mylanta, Rolaids, y Tums, pueden brindar un alivio rápido. Sin embargo, los antiácidos solos no curan un esófago inflamado y lesionado por el ácido del estómago. El consumo excesivo de algunos antiácidos puede provocar efectos secundarios, como diarrea o a veces problemas renales.
- Medicamentos para disminuir la producción de ácido. Estos medicamentos, conocidos como bloqueadores de receptores H2, incluyen cimetidina (Tagamet HB), famotidina (Pepcid AC), y nizatidina (Axid AR). Los bloqueadores de los receptores H2 no actúan tan rápido como los antiácidos, pero ofrecen un alivio más prolongado y pueden disminuir la producción de ácido en el estómago durante un máximo de doce horas. Los versiones más potentes se venden bajo receta médica.
- Medicamentos que bloquean la producción de ácido y curan el esófago. Estos medicamentos, conocidos como inhibidores de la bomba de protones, son bloqueadores de ácido más fuertes que los bloqueadores de receptores H2 y le dan tiempo al tejido dañado del esófago para que se cure. Los inhibidores de la bomba de protones de venta libre incluyen el lansoprazol (Prevacid 24 HR) y el omeprazol (Prilosec sin receta, Zegerid sin receta)
Medicamentos con receta
Entre los tratamientos con concentración para venta bajo receta médica para tratar la enfermedad por reflujo gastroesofágico, se incluyen los siguientes:
- Bloqueadores de los receptores H-2 en concentraciones de venta bajo receta médica. Entre ellos, se encuentran la famotidina (Pepcid) y la nizatidina de concentraciones de venta bajo receta médica. Estos medicamentos suelen ser bien tolerados, pero su uso a largo plazo puede estar asociado con un ligero aumento del riesgo de deficiencia de vitamina B-12 y de fracturas.
- Inhibidores de la bomba de protones en concentraciones de venta bajo receta médica. Comprenden el esomeprazol (Nexium), el lansoprazol (Prevacid), el omeprazol (Prilosec, Zegerid), el pantoprazol (Protonix), el rabeprazol (Aciphex) y el dexlansoprazol (Dexilant). Si bien generalmente se toleran bien, estos medicamentos pueden provocar diarrea, dolor de cabeza, náuseas y deficiencia de vitamina B-12. El uso crónico podría aumentar el riesgo de que se produzcan fracturas de cadera.
- Medicamentos para fortalecer el esfínter esofágico inferior. El baclofeno puede aliviar la enfermedad por reflujo gastroesofágico debido a que disminuye la frecuencia de las relajaciones del esfínter esofágico inferior. Los efectos secundarios pueden incluir cansancio o náuseas.
Cirugía y otros procedimientos
La enfermedad por reflujo gastroesofágico generalmente puede ser controlada con medicamentos. Pero si los medicamentos no ayudan o si deseas evitar el uso de medicamentos a largo plazo, tu médico podría recomendar:
- Fundoplicatura. El cirujano envuelve la parte superior del estómago alrededor del esfínter esofágico inferior, para apretar el músculo y prevenir el reflujo. La fundoplicatura se suele hacer con un procedimiento mínimamente invasivo (laparoscópico). La envoltura de la parte superior del estómago puede ser parcial o completa.
- Dispositivo LINX. Se envuelve un anillo de minúsculas cuentas magnéticas alrededor de la unión del estómago y el esófago. La atracción magnética entre las cuentas es lo suficientemente fuerte como para mantener la unión cerrada al reflujo de ácido, pero lo suficientemente débil como para permitir el paso de la comida. El dispositivo LINX puede ser implantado mediante una cirugía de invasión mínima.
- Fundoplicatura transoral sin incisión (TIF, por sus siglas en inglés). Este nuevo procedimiento consiste en apretar el esfínter esofágico inferior creando una envoltura parcial alrededor del esófago inferior con sujetadores de polipropileno. La fundoplicatura transoral sin incisión se realiza a través de la boca con un dispositivo llamado endoscopio y no requiere una incisión quirúrgica. Sus ventajas incluyen un rápido tiempo de recuperación y una alta tolerancia. Si tienes una hernia de hiato de gran tamaño, la fundoplicatura transoral sin incisión por sí sola no es una opción. Sin embargo, puede ser posible si la fundoplicatura transoral sin incisión se combina con la reparación laparoscópica de la hernia de hiato.