Diagnóstico
El médico examinará tu espalda y evaluará tu capacidad para sentarte, ponerte de pie, caminar y levantar las piernas. El médico también puede pedirte que califiques el dolor en una escala de 0 a 10 y hablarte de la eficacia con la que funcionas con el dolor.
Estas evaluaciones ayudan a determinar de dónde proviene el dolor, cuánto puedes moverte hasta que el dolor te obligue a detenerte y si tienes espasmos musculares. También pueden ayudar a descartar causas más graves de dolor de espalda.
Si existen motivos para sospechar que un trastorno específico está causando el dolor de espalda, el médico puede solicitar una prueba o más:
- Radiografías. Estas imágenes muestran la alineación de los huesos y si tienes artritis o huesos rotos. Por sí solas, no mostrarán problemas en la médula espinal, los músculos, los nervios ni los discos.
- Exploraciones por resonancia magnética o tomografía computarizada. Estas exploraciones generan imágenes que pueden revelar si tienes hernia de disco o problemas en los huesos, músculos, tejidos, tendones, nervios, ligamentos y vasos sanguíneos.
- Análisis de sangre. Pueden ayudar a determinar si tienes una infección u otro trastorno que pueda estar causando el dolor.
- Gammagrafía ósea. En raras ocasiones, el médico puede realizar una exploración ósea para detectar tumores en los huesos o fracturas por compresión causadas por osteoporosis.
- Estudios de los nervios. La electromiografía mide los impulsos eléctricos producidos por los nervios y las respuestas de los músculos. Esta prueba puede confirmar el pinzamiento de los nervios causado por las hernias de disco o el estrechamiento del canal raquídeo (estenosis espinal).
Tratamiento
La mayoría de los dolores de espalda mejoran en el plazo de un mes de tratamiento en el hogar. Sin embargo, todos somos diferentes y el dolor de espalda es una afección compleja. Para muchos, el dolor no desaparece durante unos meses, pero solo unos pocos tienen un dolor intenso y persistente.
Los analgésicos de venta libre y el uso de calor pueden ser todo lo que necesitas. No se recomienda el reposo en cama.
Continúa con tus actividades todo lo que puedas tolerar. Prueba actividades livianas, como caminar y hacer tareas cotidianas. Suspende las actividades que aumentan el dolor, pero no evites actividades por temor a él. Si los tratamientos en casa no funcionan después de varias semanas, el médico puede recomendarte medicamentos más fuertes u otras terapias.
Medicamentos
Según el tipo de dolor de espalda que tengas, el médico puede recomendarte lo siguiente:
- Analgésicos de venta libre. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) o el naproxeno sódico (Aleve), pueden ayudar a aliviar el dolor de espalda. Toma estos medicamentos solo según las indicaciones del médico. El uso excesivo puede provocar efectos secundarios graves. Si los analgésicos de venta libre no alivian el dolor, el médico puede recomendarte antiinflamatorios no esteroides que requieren receta.
- Relajantes musculares Si el dolor de espalda leve a moderado no mejora con analgésicos de venta libre, el médico también puede recetarte un relajante muscular. Los relajantes musculares pueden provocar somnolencia y mareos.
- Analgésicos tópicos Estos productos administran sustancias analgésicas a través de la piel mediante cremas, pomadas, ungüentos o parches.
- Narcóticos. Los medicamentos que contienen opioides, como la oxicodona o la hidrocodona, pueden usarse durante un período breve con la supervisión del médico. Los opioides no funcionan bien para el dolor crónico, por lo que, generalmente, te proporcionarán una prescripción para menos de una semana de píldoras.
- Antidepresivos Se ha demostrado que algunos tipos de antidepresivos, en particular la duloxetina (Cymbalta) y los antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina, alivian el dolor de espalda crónico, independientemente de su efecto sobre la depresión.
Fisioterapia
Un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios para aumentar tu flexibilidad, fortalecer la espalda y los músculos abdominales y mejorar tu postura. El uso regular de estas técnicas puede ayudar a evitar que el dolor regrese. Los fisioterapeutas también te enseñarán cómo modificar tus movimientos durante un episodio de dolor de espalda para evitar síntomas de dolor exacerbado mientras continúa activo.
Cirugías y otros procedimientos
Algunos procedimientos utilizados para tratar el dolor de espalda son los siguientes:
- Inyecciones de cortisona. Si las otras medidas no alivian el dolor y este se propaga por la pierna, el médico puede inyectarte cortisona (un medicamento antiinflamatorio fuerte) junto con un medicamento insensibilizante en el espacio que rodea la médula espinal (espacio epidural). Una inyección de cortisona ayuda a disminuir la inflamación alrededor de las raíces nerviosas, pero el alivio del dolor generalmente dura solo uno o dos meses.
- Neurotomía por radiofrecuencia. Este procedimiento consiste en insertar una aguja fina a través de la piel, de modo que la punta esté cerca de la zona que está causando el dolor. A través de la aguja se hacen pasar ondas de radio para dañar los nervios cercanos, lo cual interrumpe la transmisión de las señales del dolor al cerebro.
- Estimuladores nerviosos implantados. Los dispositivos que se implantan bajo la piel pueden transmitir impulsos eléctricos a ciertos nervios, para bloquear las señales de dolor.
- Cirugía. Si tienes dolor constante asociado con dolor irradiado a la pierna o debilidad muscular progresiva provocada por el pinzamiento de un nervio, la cirugía podría beneficiarte. Estos procedimientos se reservan para el dolor relacionado con problemas estructurales, como el estrechamiento de la columna vertebral (estenosis espinal) o una hernia de disco, que no ha respondido a otra tera