Los aceites esenciales son compuestos aromáticos volátiles naturales que se encuentran en las semillas, la corteza, los tallos, las raíces, las flores y otras partes de las plantas, se encargan de protegerlas y juegan un importante papel en la polinización.
Si alguna vez has disfrutado del aroma de una rosa, entonces has experimentado las cualidades aromáticas de los aceites esenciales que además de proporcionar deliciosas fragancias tienen beneficios intrínsecos que han sido usados por mucho tiempo en la preparación de alimentos, tratamientos de belleza y prácticas alternativas para el bienestar.
¿Qué es exactamente un compuesto aromático volátil?
Estos compuestos son pequeñas moléculas orgánicas que se denominan volátiles porque cambian de estado rápidamente pasando del estado sólido o líquido al estado gaseoso al estar a temperatura ambiente.
Las propiedades físicas y químicas de los compuestos aromáticos volátiles que componen los aceites esenciales, les permiten desplazarse rápidamente a través del aire e interactuar directamente con los sensores olfativos de la nariz. Estas propiedades hacen que los aceites esenciales sean ideales para la aromaterapia —usando estos compuestos naturales para ayudar a mantener una mente y cuerpo en bienestar— El tipo de compuestos aromáticos volátiles presentes en un aceite esencial determina tanto su aroma como sus beneficios. Así que cuando abras por primera vez una botella de aceite esencial, podrás percibir instantáneamente su potente fragancia, que puede sentirse aún a cierta distancia y recibir sus beneficios.
Hasta la fecha se han identificado más de 3,000 variedades de compuestos aromáticos volátiles. La naturaleza de un aceite esencial varía de planta a planta, dentro de familias botánicas y de especie a especie. La delicada proporción de constituyentes aromáticos que se encuentran en cualquier aceite esencial es lo que les da su singularidad y beneficios específicos.
Aún en los aceites esenciales puros su composición puede variar según la hora del día, la estación, la ubicación geográfica, el método y duración de la destilación, el año de cultivo y el clima, por lo que cada paso del proceso de producción es un determinante crítico de la calidad general del aceite esencial producido.