No es un secreto que los maquillajes de colores vivos lucen de maravilla en las pieles negras, pero también lo hacen los oscuros. ¿Cómo prepararlas? ¿Qué les queda mejor y qué no? Tome nota.
1. Limpieza: gentil pero efectiva
Utilice limpiadores suaves con propiedades purificantes y descongestionantes que ayuden a equilibrar la secreción sebácea para prevenir posibles brotes, granitos o espinillas.
Lo que siempre funciona
Para una mirada fresca, trace una línea con lápiz de ojos color crema en la parte interna del párpado inferior, así se verán más grandes y descansados.
Azul eléctrico sólido y con efecto cremoso para darle vida a la mirada. Foto: Luis Egurrola
2. Hidratación y humectación, una necesidad
Las pieles negras presentan una constante necesidad de hidratación. Esto se debe a que tienen una mayor pérdida de agua transepidérmica al poseer más glándulas sudoríparas, por lo que suelen sentirse deshidratadas. De ahí que resulte imprescindible la utilización de cremas hidratantes y humectantes que contengan ingredientes como manteca de karité, vitamina E y aceite de jojoba.
Lo que siempre funciona
Si la piel es uniforme, no es indispensable aplicar base, pero sí prepararla muy bien aplicando previamente suero o crema hidratante, corrector de ojeras en las zonas en las que se necesite y un toque de polvos sueltos.
Delineados Vibrantes. Sólo se necesita una piel muy natural, algo de color en las mejillas (bronce) y labios cálidos. Foto: Luis Egurrola
3. Para la cara, que todo se sienta fresco
Lo ideal es aplicar productos de texturas ligeras que mantengan un buen nivel de hidratación sin que la piel se sienta pesada. Es importante que estos no tapen los poros para que no ejerzan un efecto oclusivo.
Lo que siempre funciona
Poner rubor de tono melocotón o bronce es siempre un acierto.
Para los ojos no hay restricciones; eso sí, no hay mejor manera de saber cuál es el color ideal que el ensayo y el error.
Smokey Eyes. Ideal si la piel es uniforme, pues no es necesario aplicar ni base ni rubor. Foto: Luis Egurrola