Estados Unidos exigirá que todos los pasajeros que viajen al país en vuelos internacionales den negativo en la prueba de COVID-19 a partir del 26 de enero, aseguraron el martes los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
«Las variantes del virus SARS-CoV-2 continúan surgiendo en países de todo el mundo, y hay evidencia de una mayor transmisibilidad de algunas de estas variantes. Con Estados Unidos ya en estado de aumento repentino de casos, el requisito de pruebas para los pasajeros aéreos ayudará a frenar la propagación del virus mientras trabajamos para vacunar al público estadounidense», destacó un comunicado de los CDC.
Según datos de la Universidad John Hopkins, el número de contagios por COVID-19 en EEUU se elevó a más de 22,7 millones mientras el número de muertes se aproxima a los 380 mil.
«Los pasajeros aéreos deben hacerse una prueba viral (una prueba de infección actual) dentro de los tres días antes de la salida de su vuelo a EEUU y proporcionar documentación escrita del resultado de la prueba de laboratorio (en papel o copia electrónica) a la aerolínea o proporcionar documentación que demuestre que se han recuperado de la COVID-19», agregó el comunicado.
La agencia del Departamento de Salud indicó que las aerolíneas deben confirmar el resultado negativo de la prueba para todos los pasajeros y si un pasajero no proporciona documentación de una prueba negativa, recuperación o elige no tomar una prueba, la aerolínea debe negar el abordaje al pasajero.
«Las pruebas no eliminan todos los riesgos. Pero cuando se combina con un período de permanencia en casa y las precauciones diarias como el uso de máscaras médicas y el distanciamiento social, puede hacer que los viajes sean más seguros, saludables y responsables al reducir la propagación en aviones, aeropuertos y destinos», declaró el director de los CDC, Robert Redfield.
*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.