Los zapatos blancos se ven lindos y brillantes cuando están nuevos y limpios, pero tienden a ensuciarse con facilidad y se desgastan con el uso. Para mantenerlos con un aspecto fresco, debes limpiarlos de manera frecuente. Aunque es mejor la limpieza a mano para conservar la tela, puedes probar diversas soluciones limpiadoras como el agua jabonosa, el bicarbonato, la lejía y la pasta de dientes. Una vez limpios, tus zapatos volverán a verse como nuevos.
Método 1 Frotar los zapatos con agua y jabón
- 1Mezcla jabón para platos con 1 taza (250 ml) de agua tibia. Cualquier jabón líquido de lavar platos será útil para limpiar los zapatos. Utiliza 1 cucharadita de jabón, de modo que el agua esté espumosa pero clara. Revuelve la solución de limpieza con un cepillo de dientes para lograr una mezcla uniforme.
- El agua jabonosa es ideal para todo tipo de zapato, incluso el cuero blanco.
- Puedes sustituir el jabón para platos con 1/2 taza (125 ml) de vinagre blanco.
- Limpia las suelas y las partes de goma con un borrador mágico. Moja el borrador en el agua jabonosa y escúrrelo. Limpia realizando movimientos cortos de atrás hacia adelante a lo largo de las partes del zapato hechas de goma, plástico o cuero. Sigue pasando el borrador hasta eliminar todas las marcas, manchas y rayones.
- El borrador mágico está disponible en la sección de limpieza de las tiendas por departamento.
- Frota las manchas con un cepillo de dientes de cerdas duras. Moja la cabeza del cepillo en el agua para humedecer las cerdas. Pásalo con movimientos circulares pequeños en la superficie de los zapatos, centrándote en las zonas muy manchadas. Utiliza una presión ligera al aplicar la solución limpiadora en la tela.
- Mantén el cepillo de dientes que utilizas para la limpieza lejos del baño para evitar cualquier confusión.Consejo: si los cordones blancos están manchados, retíralos del zapato y frótalos con el cepillo de dientes de forma separada.
- Quita el exceso de agua con papel absorbente. Utiliza un trapo o papel absorbente para retirar el agua jabonosa y la suciedad dando toquecitos en los zapatos. Evita frotar el papel absorbente en la tela del zapato, puesto que podrías volver a esparcir la suciedad en ella.
- No intentes secar por completo el zapato con el trapo. Solo levanta el exceso de solución limpiadora de la superficie.
- Deja los zapatos secarse al natural. Después de darles toquecitos con el trapo, colócalos en una zona de buena ventilación de tu casa para permitirles secarse por completo. Déjalos por 2 o 3 horas como mínimo antes de ponértelos de nuevo.
- Limpia los zapatos en la noche para dejarlos secarse de un día para otro.
Método 2 Limpiar con lejía
- 1Diluye 1 parte de lejía en 5 partes de agua. Trabaja en una zona de tu casa donde haya buena ventilación y mezcla la lejía con el agua en un recipiente pequeño. No utilices más de la cantidad recomendada de lejía o de lo contrario, les darás un tinte amarillo a los zapatos.
- La lejía es más adecuada para los zapatos de tela blanca.
- Utiliza guantes de nitrilo al trabajar con lejía para no irritar tu piel.
- Suelta las manchas frotando un cepillo de dientes en círculos pequeños. Moja el cepillo en la solución de lejía y empieza a frotar los zapatos. Céntrate en las zonas sucias y las manchas profundas, mientras aplicas una presión ligera en la tela. Debes observar las manchas desprenderse de la tela.
- Empieza con la tela del zapato antes de tratar las superficies más duras, como las suelas.
- Limpia la solución de lejía con una toalla húmeda. Humedece una toalla de microfibra suave en agua tibia limpia y escurre el excedente de agua. Pasa la toalla sobre los zapatos aplicando una presión ligera.
- También puedes retirar las plantillas de los zapatos y pasarlos por un chorro de agua del grifo.
- Deja secar los zapatos en una zona con buena ventilación. Déjalos allí para que se sequen al menos por 5 a 6 horas antes de volver a ponértelos. Si es posible, déjalos secarse durante toda la noche para que queden bien secos.
- Para acelerar el proceso, coloca un ventilador delante de ellos.
Método 3 Utilizar bicarbonato
- Prepara una pasta con bicarbonato, vinagre y agua caliente. Mezcla 1 cucharada de agua caliente, 1 cucharada de vinagre blanco y 1 cucharada de bicarbonato en un bol. Sigue revolviendo la solución hasta que se forme una pasta espesa. El bicarbonato reaccionará con el vinagre produciendo burbujas.
- El método del bicarbonato es ideal para limpiar zapatos de lona, malla o tejido.
- Añade 1 cucharadita de bicarbonato si la pasta queda líquida.
- Aplica la pasta de bicarbonato utilizando un cepillo de dientes. Moja la cabeza del cepillo en la pasta y pásalo por la tela del zapato. Aplica una presión ligera en las cerdas para hacer que la pasta penetre la tela. Cubre por completo la superficie exterior de los zapatos con la pasta de bicarbonato.
- Al terminar, enjuaga bien el cepillo de dientes para evitar que la pasta se seque en las cerdas.
- Deja que la pasta se seque en los zapatos por 3 o 4 horas. Pon los zapatos bajo la luz solar directa para permitir el secado y endurecimiento de la pasta. Déjalos al exterior hasta poder raspar la pasta seca con una uña.
- De no ser posible dejar los zapatos al exterior, colócalos cerca de una ventana soleada o en una habitación con buena ventilación.
- Golpea un zapato contra el otro y retira la pasta seca con un cepillo seco. Golpea las suelas una contra otra al aire libre, de modo que la pasta se rompa y caiga al suelo. Raspa cualquier trozo de pasta seca restante con un cepillo de dientes seco hasta que los zapatos vuelvan a quedar limpios.
- Si no puedes trabajar al aire libre, coloca papel en el suelo para atrapar la pasta seca.
Método 4 Combatir las manchas con pasta de dientes
- Limpia los zapatos con un trapo húmedo. Moja el extremo de una toalla o un trapo de microfibra y frótalo suavemente en los zapatos. Humedécelos un poco, no los empapes para permitir que la pasta de dientes forme espuma.
- Este método es útil en los zapatos de tejido, malla o en las zapatillas deportivas.
- Frota un poco de pasta de dientes en los zapatos con un cepillo de dientes. Aplica una cantidad del tamaño de una arveja directo en las manchas difíciles. Espárcela en una capa fina, de modo que cubra toda la zona afectada antes de frotar el cepillo con movimientos circulares pequeños. Haz que la pasta de dientes penetre bien la tela antes de dejarla actuar por 10 minutos.
- Utiliza pasta de dientes blanca que no sea gel, ya que otros colores pueden manchar los zapatos.
- Retira la pasta de dientes y la suciedad con un trapo húmedo. Puedes hacerlo con el mismo trapo húmedo que utilizaste antes. Asegúrate de eliminar toda la pasta de dientes de los zapatos para evitar dejar marcas.
- 4Deja secar bien los zapatos al natural por 2 o 3 horas. Ponlos delante de un ventilador o en una habitación con buena ventilación. Deja que se sequen por completo. Una vez secos, los zapatos deben estar un poco más claros.
- Para acelerar el proceso, déjalos al exterior en el sol.