Tiramisú
- AZÚCAR
- BIZCOCHO
- CAFÉ
- COCINA ITALIANA
- HUEVO
- Preparación: 35 min
- Cocción: 1 h
- Total: 1 h 35 min
- Comensales: 4
- Calorías: 305
- Tipo de comida: Postre
- Tipo de cocina: Italiana
- 400g de bizcochos al huevo (aclaración más abajo)
- 500g de queso mascarpone (os recomiendo el de Lidl)
- 120g + 2 cucharadas de azúcar
- 6 huevos de talla M
- 2 vasos de café bien concentrado
- Cacao en polvo
Receta de tiramisú
En primer lugar, vamos a separar las claras de las yemas de los huevos. Para hacerlo, mi truquito es utilizar una botella de agua pequeña de plástico bien limpia, de las de medio litro. Casco el huevo en un bol, aprieto la botella y coloco la boquilla sobre la yema.
Voy soltando poco a poco para que la botella succione la yema despacito, y una vez haya absorbido la yema, la clara se desprenderá sola, así una a una. Es más higiénico que la técnica de pasar el huevo de cáscara a cáscara (proceso por el cual el huevo puede contaminarse con las bacterias de la cáscara) y no necesitamos ninguna herramienta específica. En un recipiente aparte deposito las yemas y ya las tengo separadas.
Ahora, en el recipiente donde tenemos las yemas, añadimos 60g de azúcar y batimos intensamente con unas varillas (ya sean eléctricas o manuales) hasta que esté bien integrado y bien cremoso. En este punto, vamos a añadir el mascarpone y lo mezclaremos todo bien.
Por otro lado, vamos a montar las claras a punto de nieve haciendo uso de una batidora de varillas eléctricas (podéis intentar montarlas a mano, pero armaros de paciencia, porque es bastante difícil y cansa muchísimo). Cuando empiecen a montar, vamos a ir añadiendo los otros 60g de azúcar poco a poco, como una lluvia, mientras seguimos batiendo.
Sabremos que están perfectamente montadas cuando estén duras y al dar la vuelta al recipiente, éstas no se caigan (probad poco a poco, no vaya a ser que la liemos :D).
Cuando estén montadas, vamos a ir añadiendo las claras poco a poco a la mezcla de yemas, con movimientos de abajo a arriba cuidadosos, para no desmontar las claras. Requiere un poco de paciencia, pero es importante ser delicado en éste punto, pues aquí es donde conseguiremos la textura perfecta de la crema del tiramisú.
Antes de contaros cómo montar el tiramisú, voy a hablaros de los bizcochos. Hay opiniones para todos los gustos, así que yo voy a hablaros de la mía desde la experiencia. Veréis en muchas recetas que los bizcochos para hacer tiramisú son los de soletilla. Ésto es correcto, pero el problema reside en que cuando vas a comprarlos, te etiquetan como bizcocho de soletilla otra clase de bizcochos, más blandos y grasos (como los de la marca Codan).
Personalmente me parece un error utilizar éstos segundos, porque son unos bizcochos muy tiernos, que a poco que los humedezcamos se van a deshacer, arruinando todo el trabajo de la crema (aquí radicaba una de mis grandes frustraciones al intentar hacer tiramisú antes de conocer ésta receta). De hecho, en Italia se utilizan unos bizcochos que se llaman savoiardi, que son unos bizcochitos pequeños, finos y secos, muy secos.
Tienen una costra de azúcar por encima característica. Aquí yo he encontrado dos tipos de bizcocho casi iguales: los bizcochos de huevo de Mercadona y los de Alcampo (yo prefiero éstos segundos). Lo más importante es que notéis que son muy ligeros y duritos, lo que favorecerá que al humedecerse absorban líquido pero no se destrocen.
Dicho ésto, vamos con el montaje del tiramisú. Preparamos el café (que puede ser soluble, pero mucho mejor si es expreso recién hecho) y le añadimos las 2 cucharadas de azúcar. Si no estáis seguros de cuánto café absorberá cada bizcochitos, coged uno y haced una prueba, pero no tengáis miedo porque permiten bastante cantidad de café.
El proceso es el siguiente: vamos a ir colocando los bizcochos mojados uno al lado del otro, todos en un mismo sentido, hasta cubrir la base de un recipiente preferentemente rectangular y grande (sale una buena cantidad de tiramisú). Acto seguido, cubrimos los bizcochos con una buena capa de crema, y finalmente espolvoreamos con cacaos en polvo la superficie hasta cubrirla por completo y que no se vea la base blanca, con ayuda de un tamizador o con un colador.
Repetiremos el proceso tantas veces como nos permita el recipiente y la cantidad de crema y bizcochos. Si nos sobrasen ingredientes, podemos aprovecharlos para hacer copas individuales, que además quedan preciosas. Después de montarlo, debemos dejarlo reposar en la nevera durante al menos 1 hora, aunque ya os digo que cuanto más tiempo lo dejemos, mejor.
Resultado
Si os gusta más durito, podéis meterlo los últimos 20 minutos en el congelador, aunque está bueno de cualquiera de las maneras. Es una receta realmente fácil de hacer, sólo hay que prestar atención en no bajar la crema y en humedecer bien los bizcochos, y el resto sale sólo. Podéis añadir al café un chorrito de algún licor como amaretto, aunque yo prefiero que sepa sólamente a café, y cuanto más concentrado mejor. ¡Que lo disfrutéis!
Tiempo: 35 minutos + al menos 1 hora Dificultad: 3/5