Hace solo unas semanas saltó la noticia de que en el estado de Alabama (EE.UU.) se estaban realizando fiestas universitarias clandestinas del coronavirus . Invitaban a un infectado con la Covid-19 y el objetivo era ser el primero en poder demostrar que se había contagiado y así llevarse un bote en metálico. Ahora se ha notificado en el estado de Texas que un hombre de 30 años habría fallecido por asistir a una fiesta de esa índole.
Según informa The New York Times, esta persona ha fallecido con coronavirus, una enfermedad que él consideraba “un engaño” y por eso asistió a una fiesta de estas. La doctora Jane Appleby, directora médica del Hospital Metodista en San Antonio, ha confirmado esta defunción, aunque no ha facilitado detalles sobre su identidad ni cuándo se produjo la fiesta, dónde o cuántas personas asistieron.
El fallecido confesó su participación en una fiesta a una enfermera
Al parecer fue el propio implicado el que acabó confesando su irresponsabilidad a una enfermedad cuando su estado de salud ya era grave. “Creo que cometí un error. Pensé que esto era un engaño, pero no lo es”, es lo que comentó a la sanitaria poco antes de morir a consecuencia del coronavirus.
La doctora Appleby comparte este caso a modo de advertencia para todos los que se toman la Covid-19 a broma, especialmente en Texas donde la enfermedad se está expandiendo con mucha facilidad. En este estado se confirmaron 8.332 nuevos positivos solo el sábado, que hacen que la cifra total ascienda a más de 258.000 casos y más de 3.200 muertes.
Otro médico, el doctor Robert Glatter del Hospital Lenox Hil en Manhattan, también ha criticado con dureza estas fiestas “peligrosas, irresponsables y potencialmente mortales”. Ha comentado al The New York Times que asistir a estas reuniones “puede ser un camino hacia una muerte prematura o a una fatiga crónica implacable, junto a dolor en el pecho, dificultad para respirar y fiebre durante días si llega a sobrevivir”.
Fuente EFE