Nuestros pies llevan, literalmente, un gran peso encima. Además de ser el soporte de nuestro cuerpo constantemente sufren por los roces con los zapatos, el uso de calzado inadecuado y la falta de cuidados. Todo esto trae como consecuencia que zonas como los talones o la parte externa del dedo gordo se agrieten y presenten durezas, afectando la apariencia y bienestar de nuestros pies y haciendo que estén ásperos al tacto. La hidratación y algunos hábitos son claves para evitar esta condición, por eso en unComo.com te explicamos cómo hidratar los pies y hacer que luzcan hermosos.
Pasos a seguir:
1 Mantener la humedad del pie para garantizar que el mismo esté adecuadamente hidratado no siempre es fácil. El uso frecuente de sandalias o zapatos abiertos hace que nuestro pie esté en contacto con la suciedad y los agentes externos, pero además utilizar calzado inadecuado también puede producir roces y aumentar la posibilidad de que la piel se deshidrate, dando lugar a las durezas y agrietamientos en zonas como los talones.
Para evitar todo esto es importante darle a nuestros pies diversos cuidados con el fin de conseguir que las lociones o remedios caseros para hidratarlos penetren adecuadamente en la zona. Por eso se recomienda exfoliar los pies dos veces a la semana con un producto de grano grueso destinado al cuerpo o especial para los pies, así eliminarás las células muertas y reducirás la acumulación de durezas.
2 Cuando las durezas y la piel muerta se acumulan de forma excesiva, es probable que el exfoliante corporal no sea suficiente. En estos casos se recomienda usar la piedra pómez, que ayudará a eliminar fácilmente el área dura para dejarla mucho más suave y fácil de hidratar. La piedra pómez deberá usarse al menos dos veces a la semana en los meses en los que nuestros pies están más expuestos, así los mantendrás siempre perfectos.
3 Hidratar los pies cada día debe convertirse en un ritual para ti si esperas tenerlos suaves y hermosos. No es necesario adquirir una crema especial para esta zona, basta con usar una crema corporal para piel seca que contenga preferiblemente urea, de este modo ofrecerá la máxima hidratación a esta área.
Aplica la crema cada noche en todo el pie, especialmente en los talones, luego cubre tus pies con unos calcetines y deja que el producto actúe toda la noche. Verás como estarán siempre suaves y perfectos.
4 Además de estos cuidados básicos, también puedes aplicar algunos remedios caseros que te ayudarán a mejorar la hidratación y potenciar la belleza de tus pies. Una de las mejores mascarillas para hidratar los pies es la elaborada con aguacate, un alimento rico en vitamina E y ácidos grasos omega 3, y yogur, un ingrediente ideal para hidratar de forma natural.
Prepara una pasta con ¼ de aguacate y dos cucharadas de yogur natural, mezcla todo muy bien usando la licuadora, varilla mágica o batidora y aplica la pasta en tus pies. Cubrélos con una bolsa de plástico y deja actuar por 20 minutos, luego retira con agua tibia y disfruta de unos pues suaves y deliciosos.
5 El aloe vera o sábila cuenta con muchas propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo, y una de las más destacadas es su capacidad hidratante y reparadora, siendo un gran aliado para nuestra piel. Por eso puedes incorporarlo a tu rutina para hidratar los pies y conseguir excelentes beneficios.
Simplemente extrae la pulpa de una hoja de aloe y aplícala directamente en tus pies, especialmente en la zona de los talones que suele ser la más seca. Enseguida ponte los calcetines y deja actuar toda la noche, puedes repetir este procedimiento dos veces por semana.
6 Y si además de hidratar los pies te provoca relajarlos un poco, entonces puedes sumergirlos en agua tibia mezclada con aceite de coco o de oliva, dos ingredientes perfectos para aportar humectación y suavidad a tu dermis. Simplemente prepara un recipiente con agua tibia y añade 100 ml de aceite de coco o de oliva, mete tus pies y déjalos en la mezcla durante 10 minutos después retira, lava y aplica tu crema hidratante favorita. Notarás como quedan suaves y agradables al tacto.
